¡Qué alegría sentí a volver a ver a Bárbara Benítez, “Baby”, coordinadora nacional del Eje de Género en el Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas (INCA)/Cuba y responsable del “Convenio Marco interinstitucional de colaboración entre el INCA y la Red Mexicana de Mujeres S.C. (representada por su directora general, nuestra amiga Nuria)”, firmado en el 2014.

Había sido en los preparatorios del coloquio internacional de nuestra ONG En Buenas Manos, junto con la ONG cubana CUBASOLAR, “Haciendo el futuro con fuerza local”, en febrero de 2013 en la Habana, que las dos mujeres se habían conocido; entonces estaba yo ahora muy curiosa por saber cómo iba a seguir la cooperación, tras un primer taller de capacitación que Nuria había dado en junio de 2015.

Así que por supuesto aprovechamos la visita de Nuria a mediados de julio (véase también comentario aquí) para reunirnos las tres, y mucho nos agradó que podíamos contar también con la presencia valiosa de nuestra amiga Sandra Rodríguez Ribalta (Proyecto comunitario “Ando Reforestando”).

Se multiplicó mi alegría cuando escuché decir a Baby que, en los últimos tres años, se había extendido el cultivo de amaranto por parte del INCA y que ya se familiarizaron con él 3 fincas en Mayabeque. Para colmo ella nos contó que hasta se realizó, en el 2014, un Festival Culinario dedicado al amaranto, con diversos platos y tan buena acceptación que al finalizar el evento no quedó ni una migaja.

También nos hizo saber que en la universidad de Holguín, se terminó un estudio acerca de esta planta tan prometedora para combatir el hambre en el mundo. Claro que me voy a poner en función de buscar el contacto con la universidad y tratar de conseguir más detalles.

Y no por último, compartió con nosotras un resultado muy importante de las experiencias, ya más amplias, acerca del cultivo de amaranto: la indiscutible necesidad de una máquina cosechadora y procesadora. Bueno, teniendo los prototipos en el país hermano México, esto debería ser una tarea relativamente fácil de resolver … Aprovecharé mi próxima estancia allá ahora en agosto para encontrarme con l@s ingenier@s constructor@s y apoyar a adelantar lo más posible este proyecto de intercambio de tecnología tan concreto.

¡Crucen los dedos, por favor, y deséennos suerte!

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